Vinyasa Yoga en Barcelona con Mandiram: el método que nace del cuerpo real
- Gordana Vranjes
- 4 jul
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 7 jul
Mandiram ¿es un estilo de yoga?
Mandiram no es un estilo de Yoga. Es un método para enseñar Vinyasa Yoga en Barcelona y online desde la vida real, con claridad, con lógica, con profundidad… y con los pies bien en el suelo (literalmente).
El origen: una necesidad real de Yoga en Barcelona
Cuando Gloria Rosales y yo abrimos Mandiram, nuestro centro de yoga en Barcelona en 2002, el Vinyasa prácticamente no existía aquí. El yoga que se practicaba era tranquilo, casi adormecido. Y no tenía nada que ver con lo que nuestros cuerpos necesitaban.
Venimos del mundo oficina, del teclado, del estrés. Como muchos de nuestros alumnos.Y lo que buscábamos no era solo relajarnos, sino sacudir el cuerpo. Contra la silla, contra el sedentarismo, contra la tensión acumulada.
Así empezó todo. No por moda. No por estética. Sino por necesidad.
¿Qué convierte una práctica de Yoga en un método?
Para nosotros, un método tiene que cumplir cuatro cosas fundamentales:
Que se pueda transmitir con claridad.
Que tenga una progresión lógica y adaptable.
Que ofrezca respuestas a preguntas reales, del cuerpo y de la mente.
Que se pueda explicar a otra persona y que esa persona pueda aplicarlo por sí misma.
Eso es lo que define el método Mandiram: un enfoque para practicar y enseñar Vinyasa Yoga desde la experiencia, no desde la repetición. Con herramientas reales, no con frases prestadas.
Eso es lo que define Yoga Mandiram
Claridad: decimos lo que queremos decir. Evitamos adornos que confunden.
No dogma: no enseñamos porque “así se ha hecho siempre”, sino porque lo hemos vivido, cuestionado y probado. Y sabemos que no existe un solo camino.
Encarnación: todo se vive en el cuerpo. Cada clase es una experiencia física, emocional, mental y a veces espiritual.
Aplicabilidad: enseñamos lo que se puede aplicar en la vida cotidiana. Dentro y fuera de la esterilla.
El yoga empieza en la clase, pero el verdadero cambio sucede cuando se traslada a tu vida.
Vinyasa Yoga en Barcelona que se adapta a ti, no al revés
Sabemos cómo viven nuestros alumnos: Horas sentados, tensión en la espalda, poco tiempo, mucha exigencia. No meditan en el bosque ni hacen saludos al sol al amanecer. Trabajan, cuidan, corren, hacen lo que pueden. Y su cuerpo lo refleja.
Por eso, nuestro método adapta el Vinyasa Yoga al cuerpo real de hoy:
Hemos modificado el saludo al sol tradicional para priorizar zonas clave como el psoas y las ingles, muy afectadas por estar sentados.
Trabajamos muchas posturas de pie, porque fortalecer las piernas ayuda a liberar la espalda.
Incluimos todos los grupos de posturas en cada clase: invertidas, giros, extensiones, flexiones, equilibrio… para estirar, movilizar, fortalecer y, sobre todo, sacudir el cuerpo.
Entrenamos el equilibrio, no como reto estético, sino como herramienta para regular el sistema nervioso.
Hacemos abdominales, sí. Porque un core fuerte no solo mejora la estabilidad lumbar, sino también la autoestima.
Cada postura, cada secuencia, tiene una razón. No enseñamos por inercia, sino con sentido.
De NY a India a Barcelona: Vinyasa Yoga en Mandiram
Al principio, el yoga no me atraía especialmente. Me imaginaba algo lento, cantado, reservado a cuerpos flexibles y mentes zen. Pero desde la primera clase sentimos sus beneficios. Seguimos, no por fe, sino por experiencia.
Eso sí, había cosas que nos chirriaban: El lenguaje impreciso. Las posturas imposibles. Las frases copiadas sin contexto.Y sobre todo: el desajuste entre lo que se enseñaba y el cuerpo que lo recibía.
Cuando viajamos a la India, vimos aún más claro que nuestras necesidades aquí eran distintas. Allí, muchas personas no se pasan la tarde en el sofá, se mueven más, viven otro tipo de vida física. Y su cultura incluye la fe desde la infancia.
Nosotras venimos de una cultura mental, rápida, escéptica. Por eso en Mandiram usamos el lenguaje del alumno, no solo el del yoga. Explicamos desde el cuerpo, desde el sentido común.
¿Qué tipo de yoga es mejor para mí?
Si te lo estás preguntando, probablemente no buscas hacer contorsiones. Buscas algo que te ayude a moverte, a sentirte mejor, a entender tu cuerpo.
Muchas personas llegan a Mandiram Yoga así: Cansadas, con el cuello cargado, dolor de espalda… o todo a la vez. Algunas vienen porque se lo recomendó su médico. Porque el ibuprofeno o el diazepam alivian, pero no resuelven.
Y con el tiempo, descubren que lo que necesitaban no era solo moverse, sino recuperar una conexión consigo mismas.El cuerpo fue la puerta de entrada. Pero no era lo único que pedía algo más.
Nuestros alumnos son personas que quieren dejar de culpar y empezar a responsabilizarse. Que buscan herramientas para cuidar su cuerpo y su mente. Que saben, intuitivamente, que cuerpo y mente no están separados. Que quieren dar ejemplo, aunque no den clase.
Porque muchas personas que hacen nuestra Formación de Yoga en Barcelona o Online no lo hacen para enseñar. Lo hacen para entender el yoga de verdad. Integrarlo.Y luego ya verán.
Mandiram: mucho más que una escuela de Yoga
Nos dimos cuenta de que habíamos creado algo más que un centro de yoga cuando empezaron a venir personas recomendadas por profesores de Yoga que se habían formado con nosotros. Profesores que no solo aprendieron, sino que luego enviaban a sus propios alumnos a hacer su formación de Yoga con nosotros.
Y más tarde, cuando nuestras alumnas empezaron a mandar a sus hijas...
Eso —sinceramente— es el mayor honor que se puede recibir.
Lo que transforma no es la magia, es la práctica de Yoga
El yoga cambia vidas. No por magia, ni por fe ciega. Lo hace cuando se practica con sentido, con continuidad y con conciencia.
La filosofía del yoga responde a preguntas que muchas personas no encuentran ni en su familia, ni en la política, ni en la religión. Y cuando alguien encuentra un poco de claridad… algo se enciende.
Entonces… ¿es Mandiram Yoga un estilo?
No. Es un método para practicar y enseñar Vinyasa Yoga con claridad, estructura y profundidad. Un método que nace del cuerpo real. Que se puede adaptar, integrar y vivir. Y que, ojalá, sirva de brújula para quienes buscan bienestar con los pies en la tierra.
