El pasado mes de Septiembre tomé la atrevida decisión de inscribirme a la Formación de Profesores de Yoga en Mandiram.Digo “atrevida”, porque estaba bien lejos de ser una yogi extremadamente en forma, y no tenía intención de convertirme en profesora. Lo hice porque me apetecía el desafío, y porque quería aprender más sobre el Yoga. El curso cubre un abanico muy amplio de materias: anatomía, los secretos a las posturas, filosofía, historia, técnicas de respiración… y mucho más. La parte física es bastante intensa, pero puedes ir construyéndola poco a poco, variando la practica para que se acomode a lo que tu cuerpo puede hacer. En una semana haré mi examen teórico, y después de 9 meses de curso, he aprendido muchísimo. He aprendido a escuchar a mi cuerpo, a decidir cuando el dolor es bueno y cuando malo. He aprendido a no preocuparme por lo que hagan los demás o por lo que ni cuerpo es o no es capaz de hacer. Me concentro en mí misma pudiendo así disfrutar de cada momento de mi practica. Me he entrenado a meditar de verdad, y esto me ha beneficiado mucho. También he conseguido construir una practica personal y cierta disciplina, permitiéndome practicar Yoga en cualquier lugar del mundo. Lo que más me ha sorprendido es todo lo que disfruté aprendiendo a enseñar Yoga a otros. Me estoy planteando enseñar a tiempo parcial, y eso es debido en parte a la energía tan maravillosa que desprenden tanto Gordana y Gloria, cuando te enseñan los miles de detalles de la practica. Su energía positiva es tan contagiosa. No sé si llegaré a trabajar como profesora de yoga, pero mi conocimiento sobre la materia ha crecido muchísimo. Eso es algo que me llevo y que puedo utilizar en casi todos los aspectos de mi vida. En este sentido, la Formación de Profesores ha merecido el dinero, tiempo y esfuerzo que he invertido. Es un curso que cualquiera podría plantearse, y que puede ser realmente beneficioso para todo el mundo. Jessie Madrigal http://fashionlimbo.com
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