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PRACTICAR YOGA EN CASA: KIT DE SUPERVIVIENCIA

Clase de yoga en casa en Mandiram Escuela de yoga en Barcelona

Que te guste el Yoga es como ser cinéfilo. Vas al cine porque disfrutas con la pantalla gigante y el olor a palomitas recién hechas, pero también es genial cuando lo haces desde casa, con el plan perfecto: manta y pizza. Con el Yoga es estupendo tener un estudio donde ir a practicar, ver caras conocidas y que te enseñen cosas nuevas. Pero si esta disciplina te gusta tanto que la quieres como forma de vida, es necesario practicar a diario, y es cuando la cosa se complica. Porque aunque tu casa sea tu templo, si no tienes niños tienes perro, o perros como es mi caso, o un gato que se sube a todo, o compañeros de piso que de momentos zen entienden poco.

Estos son mis trucos para practicar yoga en casa y no morir en el intento:

1. Planifica tu práctica

La hora en la que nadie ni nada te molesten. Puede que te sea útil levantarte media hora antes que tus hijos o tus compañeros de piso, y disfrutar del silencio con unos 20 minutos de Yoga cuando todos duermen. Si no vives sólo/a, conviene ponerse como tiempo de practica un máximo de 30 minutos. Es más difícil que te interrumpan cuando practicas durante espacios de tiempo más cortos. Incluso 15 minutos de Yoga al día hacen maravillas. La pregunta es, ¿qué necesito realmente hoy de mi práctica?

2. Encuentra tu rincón

Al igual que creas un escritorio motivador para hacer tus papeleos, o un lugar acogedor para la lectura, es útil crear un espacio para Yoga, aunque sea minúsculo. En este caso, la pregunta sería ¿qué es lo que te gusta del estudio al que vas?

¿El espacio? 

Puedes reciclar muebles viejos para crear un ambiente más yóguico, o reservar una esquina de tu habitación en la que colocar tu esterilla o zafu, velas y todo aquello que te inspire a practicar. Apps como Pinterest también son muy útiles para compilar ideas sobre cómo recrear tu estudio en casa. Aquí tienes un ejemplo.

¿El olor a té recién hecho?, ¿la música? 

Pregunta qué infusiones usan en tu escuela de yoga y recompensa tu práctica en casa con una taza, creando un ritual que te ayudará a permanecer motivado/a. Hazte playlists en Spotify para que, aunque no estés sobre tu esterilla, tener música que te recuerde a la práctica. Esto te motivará para hacer un par de asanas en tu alfombra cuando tengas un rato libre. Si te faltan ideas, aquí te dejo 3 canciones que te van a inspirar.

¿Quieres hacer tu práctica en la oficina? Aquí te damos 8 posturas para hacer yoga en el trabajo, ¡sin moverte de la silla!

3. ¿Alguien ha descubierto tu rincón? ¡Sonríe!

A mí me vienen mil a diario. Estoy haciendo un adho mukha svanasana fantástico, y como por arte de magia, aparece uno de mis perritos a emularme y mostrarme cómo se hace esa asana de verdad. O para lamerme la nariz mientras intento mantener mi respiración ujjayi, cosa que al animalito le parece muy curiosa. Lo mejor es tomarme estas interrupciones con una sonrisa, y retomar la práctica de forma serena. Pero si tienes un perro de 20 kilos en la esterilla, igual lo mejor es practicar con la puerta cerrada.

Principalmente se trata de ver tu práctica como una recompensa o un pequeño lujo. Invertir un poco de tiempo en planear dónde y cómo vas a practicar en casa, y hacerlo especial, harán que la práctica se convierta en vez de en tarea, en forma de vida.

Practicar Yoga casa | ¿Quieres aprender?

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